Fue fundada por los dorios, en el extremo sur del territorio griego.
Parte del Peloponeso fue conquistada por los espartanos, convirtiendo a los habitantes en esclavos y ejerciendo una gran presión sobre las demás poleis.
Esparta siempre se caracterizó por ser una cuidad guerrera y sus habitantes debían estar siempre preparados para combatir. A los niños recién nacidos que no eran sanos se les abandonaba, y si lo eran, a los siete años de edad los separaban de sus madres y los criaban en cuarteles, para enseñarles a sobrevivir en medio de la nada y sin alimentos.
Cuando eran adultos se convertían en las "murallas de Esparta", ya que la ciudad no poseía fortificaciones.
VISTA DE UN UNIFORME ESPARTANO
Dentro de las clases sociales se pueden reconocer tres, constituidas por los espartanos, reconocidos como los únicos ciudadanos, los periecos, que eran artesanos y comerciantes que debían pagar fuertes impuestos, y los ilotas, esclavos que trabajaban la tierra.
Los ciudadanos se dedicaban exclusivamente a funciones militares y el Estado era propietario de la tierra y los esclavos, quienes eran adjudicados a familias, sin embargo estas no podían venderlos ni repartirlos.
El gobierno de Esparta siempre fue de carácter oligárquico y de una sola constitución. A la cabeza del gobierno estaban dos reyes vitalicios, que dirigían el ejército, los cultos religiosos y presidían el Consejo o Gerusía, conformado por 28 ciudadanos, todos ellos mayores de 60 años y que tenían por función la elaboración de leyes. Estas leyes eran votadas en la Asamblea o Apella, en la que participaban todos los ciudadanos espartanos mayores de 30 años, conocidos como los iguales o homoioi.
Sin embargo, los que realmente ejercían el poder eran los cinco Éforos, magistrados ancianos elegidos para vigilar el desempeño de los reyes, del Consejo y de la Asamblea.
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